La partida doble es un principio fundamental de la contabilidad que establece que cada transacción financiera tiene efectos duales que se registran en dos cuentas diferentes. Por cada valor que se debita en una cuenta, se debe acreditar un valor igual en otra, asegurando así el equilibrio de la ecuación contable: activos = pasivos + patrimonio neto. Este sistema proporciona una verificación integral y permite la detección de errores con mayor facilidad.