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ToggleCuando estamos en una empresa o tenemos un negocio propio siempre pensamos en metas, en querer alcanzar un objetivo. Sin embargo, son pocas las ocasiones en las que se logra llegar a aquella bandera de victoria, ya sea porque no aprovechamos el tiempo, no nos enfocamos en lo que es realmente importante o simplemente porque nos planteamos un objetivo incorrecto.
Para solucionar esto, muchas organizaciones, incluida la nuestra, han puesto en práctica la metodología OKRs, una forma de alcanzar objetivos y obtener un avance real.
¿Alguna vez has escuchado algo de objetivos y resultados claves?
De esto van los OKRs, proponer un objetivo y metas para alcanzarlo. Quizá suene fácil pero realmente no lo es. Incluso hay un libro dedicado a toda la metodología OKR, Measure What Matters, en el que John Doerr explica cómo funcionan los OKRs y de qué forma empresas como Google han tenido que utilizarlos para lograr avanzar en el camino.
Para tener un definición, “OKR” son las siglas en inglés de “Objectives and Key Results”, lo que se traduce al español como “objetivos y resultados claves”.
Objetivos
En este caso, un objetivo representa a dónde queremos llegar o qué queremos conseguir. Un ejemplo, de un buen objetivo sería “Incrementar las ventas en un 30% con respecto al trimestre anterior”.
Resultados clave
Son objetivos y estrategias que se deben llevar a cabo para alcanzar el primer objetivo que se ha definido anteriormente. Estos serían algunos resultados clave que se establecerían para este caso:
- Aparecer en la primera posición de Google con tres palabras claves definidas.
- Ofrecer una promoción de descuento para nuevos clientes.
- Realizar test A/B enfocados en mejorar la experiencia de usuario en la página web.
- Crear una campaña de mailshake por segmento.
Ahora, estos no tienen que ser los únicos resultados clave para este objetivo. Pueden crearse de acuerdo a las capacidades de cada equipo y es recomendable no tener más de 4 key results por cada objetivo.
¿Qué se necesita para crear un buen OKR?
Crear un objetivo requiere de tiempo, saber qué se quiere, qué no y, sobre todo, qué necesita la empresa. Recordemos que el objetivo que definamos va a ser prioridad y estará por encima de nuestras tareas diarias. De hecho, nuestros OKRs deberían de consumir el 70% de nuestro esfuerzo laboral.
Sigue estos consejos para crear un OKR:
Aprende a medir tus resultados
Crear un OKR es tan importante como saber evaluarlo al final del periodo de tiempo establecido. Esta es la esencia de haber armado un objetivo previo. Tómate un tiempo para evaluar qué resultados obtuviste, qué hiciste y qué dejaste de hacer, qué aprendizajes conseguiste en el camino y cuáles fueron los problemas que te impidieron llegar a tu meta.
Es importante que califiques objetivamente tus resultados y lo hagas asignándole una calificación numérica a cada key result, que varía desde el 0,0 hasta el 1,0. Aquí la importancia de haber definido anteriormente un objetivo que pudiera ser medible.
Ten en cuenta lo siguiente
- Involucra a tus colaboradores en la creación de los OKRs, esto hará que se sientan parte de ellos y trabajen en cumplirlos.
- Puedes adaptar la metodología a tus necesidades.
- Mantén una lista con tus objetivos en un lugar que siempre sea visible para que no los olvides.
- Procura tener menos de 5 objetivos y 4 key results.
- Lograr el 100% de tus objetivos significa que no fuiste lo suficientemente ambicioso.
En resumen, Los OKRs son una metodología para avanzar y evaluar resultados periódicamente. Estos funcionan para cualquier empresa y pueden hacerse en forma de cascada, definiendo objetivos para el negocio en general y luego creando algunos para las áreas de la empresa. Esta metodología es tan flexible que permite modificar los KR en el transcurso del tiempo. Incluso puedes crear objetivos personales para tus empleados.
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